Palabras militares



Me había olvidado de que Forma también significa manera. Es extraño dada mi atracción hacia la sensualidad de la ambigüedad, pero cada vez que esa palabra se formaba entre mis órganos fónicos o en el silencio de mis conexiones sinápticas todo lo que evocaba erar contornos de objetos y notas musicales estrellándose contra los vidrios del auto de mis viejos. Sé que es absurdo asociar forma con sonido y no con manera, pero hay una corporeidad en el sonido, su cualidad de onda que no permite que lo olvide. Es fácil, no toma más que un par de segundos, los que tardes en pararte frente a un parlante y subir el volumen al máximo, para sentir el cuerpo y la forma de la música. Sin embargo, parece que en la vorágine (la palabra de la semana de Ivan, la semana pasada fue Claramente) de vivir todos los días con los órganos sensibles funcionando uno se olvida de la belleza de la abstracción. Debo confesar que estoy pasando un período fuertemente visual, ni siquiera música, esa música cuya materialidad defiendo líneas atrás, escucho demasiado estos días.
Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio Te odio



Amen




Catarsis  + resurrección de la carne = ¿Carnasis?

De chica yo miraba Nikita...entonces Peta Wilson decía:

Esto es un work in progress...puede extenderse, mutar, cambiar, ser eliminado de la faz de la tierra...

Las luces del pasillo del sanatorio titilaban cuando las ruedas del carrito del almuerzo pasaban por la junta de las baldosas. La cocinera de la mañana llevaba un delantal nuevo muy aprestonado  y la puerta de la habitación 114 se abría cada tanto dejando salir un rayo de luz amarilla que cortaba la luz blanca del pasillo. 
Al llegar a la puerta que informaba 123 la cocinera detuvo el carro y destapo las bandejas del estante inferior, sacó 3 bombas, pegó una con masilla en el intervalo entre las dos puertas contiguas y las programó. Repitió el procedimiento  caminando hacia el ascensor. Las bandejas tintinearon cuando dejó el carro al lado de las puertas automáticas golpeándolo despreocupadamente contra la pared.
Bajó los 3 pisos hasta el estacionamiento del subsuelo y subió al auto. Sacó de la guantera la bolsa hermética que contenía el gatillo remoto y lo presionó delicadamente. El ruido del golpear el piso el gatillo no alcanzo a sentirse con el ruido de la explosión, pero ella estaba ya casi en medio de la autopista y su misión se daba por concluida. 
De camino al punto de reunión paró en una estación de servicio y cambio el uniforme por ropa entallada. El baño de la estación de servicio estaba sucio pero ejecuto el protocolo de aseo al pie de la letra. Una gota oradaba una piedra cubierta de musgo que se veía en el lugar donde debería haber un inodoro. La luz anaranjada del foco que colgaba del techo se refractaba en el jabón líquido y formaba diamantes sobre la mesada del lavabo. Cuando salió del baño el encargado de la estación de servicio no la reconoció. 
Cruzo la calle hacia su auto y condujo hasta el frente de un edificio de oficinas que se erigía con sus ventanas gemelas y sus aires acondicionados haciendo juego. El rápido andar de sus tacos resonó sobre la cerámica de la cafetería mientras su mano enguantada empujaba la puerta de vidrio. 
La persona que la esperaba en la única mesa ocupada contra la pared tenia gafas oscuras a pesar de que el recinto no estaba bien iluminado. El intercambio fue breve y anónimo. Sobre la mesa el marrón de los sobres se sucedió por el blanco de las planillas. ninguno de los dos participantes habia tocado el cafe pedido cuando se despidieron en la puerta de entrada. cuando se subió al auto deposito automaticamente los papeles bajo el asiento del acompañante.  

La futura lingüista dice:

Un breve estudio transidiomático y transcultural

En Francés se dice “Je suis” y significa yo soy. 
Claramente esta lengua romance es la cuna del Catolicismo. 
"Yo soy” o “Yo estoy”, que es la traducción alternativa con connotación transitiva, provienen directamente de ‘Jesús’. 
Es decir soy el Cristo, yo soy el salvador. 
De ahí el carácter prepotente y soberbio de esta nación. 

Otra muestra de este tenor es la palabra “Merci”. 
Comunmente traducida como “Gracias”, si apelamos a una lengua sajona como el Inglés podemos ver como la cultura Protestante considera esta noción, ya que “Mercy” viene  a ser “Piedad”. 

Por lo tanto la piedad es algo que agradecer o una gracia divina. 
Y mientras que en las lenguas romances el campo semántico se mantiene dentro de los dones de Dios y su infinita bondad, el anglosajón lo asocia con una idea de dios vengativo ante quien postrarse y suplicar por nuestra vida. 
Con esta evidencia en mente podemos buscar correlaciones con el Hebreo y postular un origen en común.

Ideas sobre el amor y la nada, ahora en capítulos: II

Más cortito...sólo porque me gusta como se cierra la idea en ese punto.




El día amenaza ser de esos que los enamorados aprovechan para ir a los parques a pregonar su felicidad mientras pretenden que son lo único que necesitan en el mundo, y la pone de mal humor. Su idea del amor es encontrar alguien con quien ser por completo ermitaña y le consta que no es el caso de las parejitas exhibicionistas. Entra al baño y con asco recuerda que el extraño lo uso, sin embargo está demasiado resignada como para que le importe. Abre el agua caliente y se interna bajo el chorro, dejando que su piel sienta el cambio de temperatura mientras el agua se templa. Con las manos tapa sus oídos para poder escuchar amplificadas las gotas que caen sobre su cabeza, que como una canción de cuna la transportan a una realidad alterna en la que las preocupaciones banales del presente no la acosan. Alguna vez vivió en tal lugar, pero le resulta tan lejano que bien podría haber sido el útero materno. Sacude la cabeza para alejar estos pensamientos inútiles y se dice a si misma que ya es suficiente. En media hora está saliendo de la casa con rumbo incierto.

Ideas sobre el amor y la nada, ahora en capítulos:

Indiferente desde la cama lo mira vestirse lentamente. Su idea del amor es tolerar que la otra persona se quede a su lado luego del sexo, y este no es el caso. 
Con el torso vestido y sin más prendas en el piso, él la mira tiernamente, creyendo como un iluso que el breve encuentro ha sido suficiente para que ella se enamore y edifique pretensiones. Ella adivina en su cara esta pedante preocupación masculina, y le aclara, antes de que pueda emitir palabra, que está equivocado. Amablemente le indica el camino hacía la puerta de salida y le pide que olvide el camino de regreso. 
Para su mayor deleite la cara apologética se transmuta en una de congoja y fingido dolor. Inmutable se da vuelta y se duerme. 


Los pasos del desconocido se transforman en la banda sonora de su incipiente sueño, en el cual es ella la que anda por un oscuro pasillo. Algo la hace pensar en pulpos, e instantáneamente su inconsciente provee tentáculos que aparecen por todas las direcciones. Cada puerta del irreal pasillo deja asomar una viscosa extremidad agitándose con violencia como presa de electroshocks. El aire se vuelve más frío a medida que se adentra en el corredor, y los tentáculos se transmutan en gigantes y arqueadas raíces de árboles. Cuando llega al final ve el techo de su habitación y tarda unos instantes en darse cuenta de que se ha despertado. 


El cuarto apesta al más sucio y bajo acto sexual forzándola a salir. La cocina, el baño, el balcón. Su mirada recorre el marco de la puerta de entrada presa de una extraña hipnosis. Su mente está literalmente en blanco acompañada por una parálisis completa. Sólo los ojos continúan activos buscando algo en ese marco que no termina de comprender que es, pero tiene la sensación de que cuando lo vea sabrá


Obligándose a salir de ese trance casi místico sigue el camino hacía el balcón y se asoma sin pudor de su desnudez a buscar las toallas que había colgado la noche anterior




                                                                                                            *Para QUIEN lo sepa apreciar

007 dice again:

No es fácil ser un espía. No sé si alguien alguna vez dijo que lo era, pero me gustaría reforzar la idea de que no lo es. Empezando por aspectos puramente logísticos, en primer lugar es muy caro. Consideremos que a lo largo de su carrera el espía deberá adoptar múltiples personalidades; es más, lo más probable es que viva constantemente bajo el amparo de diferentes alias que renueva, al menos, semanalmente. De nada sirve que cada persona que emplee sus servicios sepa su verdadera personalidad. En el mundillo de los negocios sucios en el cual se desarrolla el grueso de su trabajo la información circula de maneras aleatorias: pueden pasar años sin que se sepa la muerte de un amigo cercano, pero las verdaderas personalidades de los espías viajan a la velocidad de la luz. Es por esto que el espía elegirá un seudónimo invariable pero modificará su aspecto ante cada nuevo jefe. Bueno, jefe es un término relativo; la mayoría son, por así decirlo, freelancers. Nada de monotributo, sin embargo. Por lo tanto, volviendo a los costos de la carrera de espionaje, es seguro afirmar que el gasto en pelucas, maquillaje, protesis tanto faciales como corporales, y vestuario en general, será muy elevado. Es comprensible que entonces los espías se conviertan en expertos buscadorer de ofertas, de casas de segunda mano y de marcas alternativas. Muchos veteranos retirados encontraron un sustento alternativo escribiendo para revistas femeninas o programas de televisón donde recorren mercados de pulgas y ferias americanas